22 dic 2011

Lo mejor del 2011

En 89decibeles se hizo una lista de los mejores grupos, discos, conciertos nacionales del 2011. Participé (soy fanático de las listas) y en algunas coincidí con la mayoría.
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EP del año

Monte - Monte

Probablemente de los lanzamientos nacionales que más he disfrutado este año. Inicié con complicaciones, sin entender muy bien qué estaba escuchando; hasta que un viaje en bus con la sien contra la ventana lo entendí todo. Monte tiene un aura motivadora, enérgica, que de una u otra manera invita a moverse. Si bien es cierto tiene varios descansos dedicados a la repetición de efectos y la creación de atmósferas, muy necesarios para disfrutar del epé en su enteridad. Merece un 9 de 10, si me preguntan.


Canción del año



Este no ha sido un año en el que una canción nacional destaque entre todas, pero si tuviera que escoger una sería "Monos Tuertos" de Florian Droids. La mayoría de las personas que escuchan el LP homónimo de la banda se quedan con esa en su mente y el motivo no es sorpresa; desde los primeros segundos invita a cantar y se va tambaleando como una piñata hasta que explota: fiesta y psicodelia para todos.


Video del año


Sin duda alguna, "Crazed Apocalyptic Wave" de Pneuma. La producción audiovisual tanto en el 2010 como en el 2011 fue muy prolífica, pero la mayoría de los videos tienen un pecado: muy buena imagen y audio, pero no tienen un argumento sólido. Este video hizo valer los 1080p del tubo y sin duda alguna, su director Marlon Villar mereció el premio al mejor videoclip, de parte del Festival de Cine y Video de San José.


Portada del año 

por Luis Gutiérrez

Dos ganadoras: Monte de Monte y Cuchau! de Casco Obligatorio. La de Monte por su sencillez, desorden y buena imagen: una clara ilustración de lo que se puede encontrar en los 5 temas del EP. La de Casco Obligatorio porque "está muy bonita". Luis Gutiérrez ilustró muy bien el "movimiento ninja" que titula el EP además de utilizar una paleta de colores con aires playeros y elementos bastante atractivos al arte en general (está guapa la muchacha, pues). Mención honorífica a Sucutucu Prá Prá de Cortez Amarillo.


Concierto(s) del año



Niño Koi en el Farolito, el 29 de abril. Este fue un concierto de antología en un escenario que ya de por sí ha recibido en su tarima a una lista impresionante de músicos. El inicio, denso, oscuro, tomó unos minutos de silencio del público. Y digo que del público porque del escenario no podía venir más ruido. La gente sabía a lo que iba, nada de voces, pero igual se disfrutó. El público se movió mientras la banda le dio duro a todo su repertorio por una hora y media.


Niño Koi, The Great Wilderness y Poper en Lobo Estepario, el 25 de febrero. A pesar de la gran cantidad de conciertos que en el primer trimestre de este año se realizaron en ese lugar y con esas bandas, ese lo guardo con especial cariño en mi memoria. Poper, TGW y Niño Koi (en ese orden) se encargaron de mover a la gente como nunca y eso es mucho decir si se considera las sudadas-golpeadas-brincadas que registró el Lobo durante el primer semestre del presente año. TGW no había ido a Europa, Niño Koi no había tocado con Austin TV, Poper continuó desaparecido, pero por esa noche, en ese momento, la música fue algo más que ruido, fue lo que unió a todas las personas allí presentes y lo que las hizo moverse como nunca.


Proyecto del año

Foto por Marina Herrera Sarrias

Sí, San José. Una serie de coincidencias y contactos fueron las que hicieron que este proyecto se concretara, así que el primer agradecimiento debería ser para la finca que es este país. Mi segundo punto a favor del proyecto es que fue grabado en mi ciudad natal, Curridabat, en una casa en la que solo me puedo imaginar las fiestas y los desastres que ocurrieron (aunque mi morbo pueda verse desalentado por el documental que Diego Arias está cocinando). El tercero es la elección de bandas que a mi gusto fue bastante certera y complaciente para el fanático regular de la escena indie costarricense -que acabo de inventar-, aunque debo admitir que un 30% de las bandas no sonaron tan bien en ese formato lo-fi. ¿La conclusión? Sí, San José es un regalo para aquellas personas que no conocen lo suficiente de música nacional o que conocen demasiado. Es un retrato de una generación, un conjunto que dijo "la música nacional sí se apoya y sí existe y sí se puede grabar con lo que sea". Ahí es donde creo que está la fortaleza del proyecto.


Debut del año

por Gloriana Sandoval
Su disco se ganó un espacio en la colección de muchos fanáticos de la música nacional y por varios días estuvieron en boca de todos. Un debut sólido, que sienta las bases para el sonido de Florian Droids, que no ha dejado de compartir su material en vivo. Precisamente aquí es donde está la mayor fortaleza de la banda: no decepcionan en directo, sino más bien dan un espectáculo digno del más estridente aplauso.

3 ago 2011

Niño Koi y Austin TV: Así se cumplen los sueños

Niño Koi
El sábado pasado asistí a uno de los mejores conciertos de este año: Austin TV en Club Vértigo.

Estos mexicanos son conocidos por su rock instrumental y por tocar siempre disfrazados. Pero antes de que  fuera una opción tenerlos aquí, antes de yo conociera su música, ocurrió una historia muy curiosa.

Por ahí del 2004, Fabrizio Durán, baterista de Niño Koi, estaba viendo televisión y se topó con el programa Huevarones S.A. de Telehit. Lo que vió realmente le gustó, y a pesar de las dificultades de la época para conseguir música, con su conexión de 128 kpbs bajó un par de canciones que pasó a Chris Robinson (bajo), quien las compartió a Mauricio Fonseca (guitarra) y Mauricio a Giovanni Morera (guitarra). "A Fede (Salas, guitarra) se lo enseñó un amigo", recuerda Fonseca.

La nostalgia de Fabrizio durante el relato fue evidente. Me lo contó con la mirada fija hacia una calle poco transitada cerca de La Sabana. Él no veía los carros o motos que pasaban por ahí: él se estaba viendo a sí mismo, siete años después, a sólo un par de horas de abrirle a una de sus bandas favoritas: Austin TV.

Niño Koi es una banda costarricense que sigue dando sus primeros pasos, aunque ya cuenta con buen reconocimiento del público local y se comparte una característica singular con los Austin: solo tocan rock instrumental.

Austin TV.
Quizá sin la insistencia y el esfuerzo de Mau de Niño Koi, su novia Gabriella y su prima María Fernanda, este concierto no se hubiera dado. Quizá se hubiera escogido a otra banda para festejar el primer aniversario de la emisora 104.7 Hit. Pero no fue así.

Alcanzando el sueño. Ellos tres fueron a Hit a proponerles traer a los mexicanos para un  concierto. Desde hacía más de un año, Mau contactó a la banda por medio del difunto (pero siempre útil) MySpace, y desde entonces manejaban la posibilidad de traerlos, aún sin patrocinios ni productores.

"Pasaron tres reuniones y nada, no parecía que lo fuéramos a lograr". Eso lo dijo Gabriela con una sonrisa en el rostro, durante la prueba de sonido de Austin TV.

En esa misma prueba me encontré a Giovanni sentado en unas gradas que quedan por la mesa de sonido en Vértigo.  "Mae estoy llorando" me dijo sin siquiera saludar. Austin TV calentaba motores y éramos varios los que queríamos ser los primeros en ver a la banda tocar. En eso Chris Robinson, también presa del llanto, se acercó y nos dijo: "no sé cómo vamos a tocar después de eso"; los nervios eran el factor común en el quinteto y las primeras dos piezas que tocó Niño Koi en concierto fueron prueba de ello. 

Joven volador no identificado.
En las tablas. Arriba en el escenario intentaban moverse pero no lo lograban, al menos no como como siempre. Los aplausos no cesaban. Los Koi eran conocidos para muchos de los presentes y la sorpresa de otros, quienes brincaban por igual al ritmo de sus piezas.

Fue en la introducción de "Trenes" que los muchachos empezaron a soltarse, se sonreían entre ellos, y en eso, al fondo del recinto, algún fanático profirió el famoso grito de guerra de Robinson: "¡Despichen la vara!" y así fue, la despicharon. La gente volaba por encima de otros, saltaba, brincaba; Niño Koi fue el acto de apertura y en 40 minutos aumentó no solo su lista de fanáticos sino su fuerza e ímpetu como banda. Despegaron por encima del público y mostraron a punta de música lo felices que estaban de tocar ahí.

Más adelante, en medio del concierto de Austin TV, brincando y bailando como uno más me encontré con Giovanni, quien al igual que un servidor no podía creer lo que estaba viviendo. Por ahí cerca del escenario vi a Fabrizio y a Chris, incrédulos pero felices, y a Mau y Fede no los volví a ver, supongo que ahora están en un lugar mejor.

Fando de Austin TV.
Fando, guitarrista de Austin TV, dijo a su público que la banda siempre ha usado máscaras, y uno de los motivos de esto es que creen que cualquiera que los vea podría ser ellos, creen que en vez su cara, podría ser la mía o la suya la que sonría a cientos de personas desde un escenario.

Tanto Fando como los Koi nos mostraron que con esfuerzo y una meta fija, cada uno puede hacer lo que sea que se haya propuesto: esa clase de dibujo que nunca llevó, ese viaje a la playa que se sigue posponiendo, esos 11 kilómetros que no corrió, esas palabras que nunca dijo. Ellos nos enseñaron que los sueños, lo más grande e intangible que tiene el ser humano, sí se pueden cumplir.

Extracto de la entrevista a Niño Koi
 

*Las fotografías son cortesía de Jose Tenorio.